Pan y circo.

Algún día vamos a aprender.
Que no todo es lo malo del otro sino también lo que no es suficientemente bueno de nosotros.
Que la pena del otro no es necesariamente nuestra alegría.
Que en buscar solamente ser un poco mejor que otro esta la mediocridad.
Que no sólo existe el blanco y el negro, sino también matices.
Que parte de la regla del juego es saber perder, y aprender de esos errores e intentar corregirlos para que no se repitan.
Cuando llegue ese día, vamos a haber madurado.
Mientras tanto, es todo pan y circo.